LA ECONOMÍA CAMBIÓ DE CONCEPTO, DE OBJETIVOS. EL NUEVO CONCEPTO SERÁ LA SOSTENIBILIDAD
Antes del brote del virus COVID-19, la humanidad tenía una perspectiva de la vida y el mundo totalmente individualista: producción y consumo de objetos que se creían “necesarios” para la existencia, los cuales carecían de total humanismo, sensibilidad y solidaridad o ayuda para con los otros.
Gobernaba en su mayoría, la producción masiva de objetos carentes de cualquier valor agregado (dejando el espacio para las excepciones) que pudiera ser sinónimo de ayuda a otros (considerada función única de las entidades sin ánimo de lucro) y lo único que importaba era encontrar un beneficio individual que permitiera aumentar los números en las redes sociales y en las cuentas bancarias.
La sociedad y el modelo económico se sustentaba en el egoísmo visceral, la vanidad y la superficialidad, aspectos totalmente alejados de lo que nos debería caracterizar como especie superior: la unidad, la sencillez y la integridad.
Ahora que nos encontramos en aislamiento obligatorio para salvar nuestras vidas de un enemigo invisible común, es momento que reflexionemos sobre nuestra propia humanidad y nuestro rol dentro de la sociedad en la que nos encontramos y construimos a diario, en medio del caos que se vive por la parálisis de las actividades cotidianas.
Para esto, es esencial que veamos la oportunidad que esta pandemia nos ha traído a todos y es de pensar en la implementación de nuevas prácticas económicas, las cuales sean más amigables a partir de un equilibrio económico, social y ambiental desde cada rol que desempeñemos: cuidado del hogar, estudiante, empleado, empleador, emprendedor, director de colectivo independiente o institución gubernamental.
Ahora si se hace fuerte el concepto de SOSTENIBILIDAD en los distintos sectores económicos y ya no se ve como una opción de las distintas organizaciones, sino como una necesidad definitiva de estar al servicio colectivo y encontrando un equilibrio con lo económico, lo social y lo ambiental.
Ahora cobran muchísimo valor lo sustentable, lo sostenible, lo ecológico, lo empático, lo solidario, el respeto y la integridad porque todo está íntimamente relacionado a lo que nos hace la especie más evolucionada hasta el momento.
La mitad de la humanidad va a empezar a tener una perspectiva completamente diferente al concepto que se tenía antes del inicio de la cuarentena. Se están abriendo los límites de percepción del sistema económico en el que estábamos sumergidos, para darnos cuenta que los recursos no son infinitos y que debemos dar el paso definitivo hacia la sostenibilidad, lo colectivo o social.
Sin embargo, no nos podemos olvidar de la crisis económica en la que vamos entrando, que podría condenarnos a una lucha aún más feroz de las élites por la concentración de los recursos cada vez más escasos. En esa situación, la humanidad, destacando los líderes de grandes grupos económicos, no habrán entendido nada.
Es importante tener muy claro que el cambio no se va a dar una vez termine el confinamiento obligatorio, porque la reinvención no pasa de la noche a la mañana. Toma tiempo una reinvención real, porque debe partir de un punto de interiorización de los nuevos valores que han de adoptar las organizaciones e instituciones a nivel mundial.
Un ejemplo claro del cambio que podemos lograr como humanidad cuando tomamos conciencia, es el que se ha visto reflejado en el mejoramiento de las condiciones ambientales que se viven en periodo de cuarentena; los cuales nos alegran y benefician considerablemente.
Imagen tomada del perfil de Instagram @todos_somos_reciclaje
Es momento de que pasemos de ser resistentes al llamado que se nos hace a todos y adoptemos las nuevas alternativas: sostenibilidad con apoyo científico y tecnológico y construyamos una versión 2.0 del mundo como lo conocíamos al mundo que queremos: más incluyente, más participativo, más solidario.
Por: Yuliana Silva Canizales
Coordinadora General Red Nacional de Jóvenes Ambiente Nodo Ibagué
Coordinadora Comité de Desarrollo Sostenible Impulsa Futuro.
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Muy buena columna, gracias por ese aporte que generas en cada una de tus redacciones.
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