La realidad ambiental de nuestro país parece ser no muy alentadora: Minería,
deshielo de glaciares, incendios forestales, contaminación de fuentes hídricas, entre
otras.
En el Tolima, el panorama es aún más crítico; tan solo en Ibagué, el 53% del
territorio, se encuentra sobre títulos mineros concedidos. La amenaza minera se
concentra sobre las cuencas de los ríos Coello, Combeima, Toche, Totare y Cocora.
Ahora bien, 3 de los 6 glaciares que quedan en Colombia se ubican en el
departamento: Nevado del Ruiz, Nevado del Tolima y Nevado de Santa Isabel, para
este último, se pronostica que desaparecerá en menos de 10 años.
De acuerdo con Marcela Fernández, fundadora del proyecto Cumbre Blancas
Colombia, “en Colombia pareciera como si no tuviéramos glaciares, pocos estamos
interesados en ellos y se nos olvida que son fuentes de agua; en el país hay un gran
desconocimiento de lo que tenemos y de lo imprescindibles que son los nevados”.
Es increíble que solo exista un glaciólogo para estudiar los seis ecosistemas de este
tipo que hay en el país y aún más cuando se están derritiendo tan rápido.
El panorama forestal no parece estar mejor, pues los incendios no parecen dar
tregua en los municipios de altas temperaturas y ambiente secos; tan solo en el
2019, el departamento debió ser declarado en alerta roja por los incendios de gran
magnitud y la amenaza de incendios en algunos municipios. Los municipios más
afectados el año anterior fueron San Luis, Honda, Icononzo, Valle de San Juan y
Venadillo. En lo corrido del año, en los municipios de Carmen de Apicalá y Suárez
el fuego ha arrasado con 200 hectáreas de vegetación.
Los incendios forestales no solo traen perdidas incalculables de bosques, sino que
también afecta en gran medida a la fauna silvestre que allí habita, pues muchos de
los animales no logran huir de las llamas, a pesar de los esfuerzos de las
autoridades ambientales y comunidad en extinguir las llamas.
Por lo anterior, es imprescindible que, las personas empecemos a trabajar en
cambios de conciencia ambiental a nivel macro lo cual permita retrasar las
consecuencias o quizás terminar salvando al ambiente de una inminente
desaparición.
Existen colectividades que realizan actividades ambientales en los territorios con el
objetivo único de concientizar e impactar positivamente el ambiente y mitigar los
cambios que se están viviendo a nivel global. Una de esas colectividades es la Red
Nacional de Jóvenes de Ambiente NODO TOLIMA y NODO IBAGUÉ, los cuales
realizan esfuerzos ambientales desde las distintas partes del territorio a través del
voluntariado de jóvenes preocupados por las consecuencias que trae el
calentamiento global y comprometidos a mitigar dichos efectos en su contexto,
trabajando articuladamente con las comunidades locales.
Esta red ha logrado influir tanto a las actuales como a las nuevas generaciones, a
la creación de una conciencia ambiental más activa y sensible para adoptar
comportamientos más responsables y amigables con el ambiente.
Otra de las colectividades que han realizados grandes esfuerzos en pro del
ambiente en el departamento es el Comité Ambiental en Defensa de la Vida,
quienes han construido una plataforma pluralista con el objetivo de impulsar
acciones públicas en defensa del agua, la vida, el territorio y derecho colectivo a un
ambiente sano.
Por: Yuliana Silva Canizales
Coordinadora General Red Nacional de Jóvenes Ambiente Nodo Ibagué
Coordinadora Comité de Desarrollo Sostenible Impulsa Futuro.
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* Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de la Fundación Impulsa Futuro.
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